VIERNES NEGRO, UN ATAQUE TERRORISTA LAS ÚLTIMAS CENIZAS QUE DESPLEGÓ LA BASE DE LA FUERZA AÉREA EN YOPAL

Fecha de Publicación
Diciembre 01 de 2020
Categorías:
Comunicación Social
Foto: lareporteria.com/ atentado a la fuerza aérea en Yopal. Varios daños estructurales provocados tras cuatro explosiones continuas

La tranquila y cálida noche de los habitantes fue interrumpida inesperadamente por un fuerte ruido atemorizante.

Por: Paola Sánchez, Laura Salamanca, Nazly Cadena, Rosa Martínez, Óscar Medina.

El temor de las personas permanecía constante en su mente, muchos no podían descansar, algunos en sus sueños repetían el fuerte sonido de las explosiones, mientras que, a otros las lágrimas los invadía.

Viernes. 10 de enero. El último día de la semana, un día como cualquier otro, de manera muy repentina el silencio que, en ese momento parecía tan efímero, fue el protagonista entre calles. Los caminos empolvados y un silencio particular, con puertas y ventanas cerradas, donde se refleja la soledad de un ambiente boscoso. Mientras los moradores duermen, los guardias de la brigada intentan acechar con cualquier peligro. Sin embargo, la tranquilidad se perdió en un abrir y cerrar de ojos, el silencio dejó de ser el protagonista y pasó a ser el pánico. Los militares perdieron el control, los malos momentos se avecinan. Es imposible conciliar el sueño ante esta situación. 

UNA MIRADA DESDE OTRA PERSPECTIVA

En una madrugada, justo a las 2:10 a.m. Laura, hija de una suboficial es alarmada por una llamada; la señal de una madre desesperada logra desatar sentimientos llenos de preocupación, intriga y temor.

“un silencio bastante espantoso invadía mi casa”, comentó la chica, quien además es estudiante de Comunicación.

- ¿Se logró entablar una conversación?

- No, ella no era capaz de hablar, su impotencia la llevaba a un laberinto en el

cual no tenía certeza alguna de lo que estaba sucediendo, sin embargo, me pedía con desesperación un saco, un abrigo para una suboficial que estaba siendo trasladada al hospital. 

Los minutos parecían segundos, las alarmas de la ambulancia cada vez eran más insistentes, los técnicos en emergencias mantenían el control, ya que, era su labor. 

Al conocer todo esto, Laura se dirigió al lugar de los hechos, una gran tristeza invadió su corazón, pues, el lugar en el que vivió durante 5 años había intentado ser demolido, la apariencia de dicho lugar había cambiado considerablemente, sin saber qué hacer y con ganas de querer ayudar a la gente que se encontraba en las instalaciones en medio de unos cuantos árboles y unas cuantas rejas, recurrió a su padre, pero como era de pensar no había mucho por hacer, al menos era algo que se salía de las manos para ellos dos. 

En unos instantes llegó la Policía, el Ejército, y las personas aledañas a la base, todos con sus celulares y cámaras para dejar evidencia de este terrible suceso. Tenían la necesidad insaciable de conocer acerca del bienestar de sus allegados, deseaban saber cómo se encontraban. Los niños en medio de su inocencia no sabían lo que estaba ocurriendo, era triste, frustrante y bastante aterrador. Las llamas brotaban en medio de la oscuridad, el fuego era evidente.

Mientras unas cuantas personas intentaban observar lo que se vive desde la banca, otras detrás de aquellas rejas negras, vivían momentos de tensión y angustia.

Las familias estaban siendo llevadas a Sanidad militar, el hospital de la base aérea que estaba siendo acordonado para auxiliar a estas familias, pues tendrían que pasar lo que quedaba de la noche en distintas instalaciones para sentirse seguros.

Se extendieron colchonetas, almohadas y unas cuantas cobijas para ellos, mientras tanto, algunos militares iban en busca de aquellas mujeres guerreras que estuvieron frente a frente con los explosivos.

Su silencio y sus gritos reflejaban que lo vivido fue algo inesperado que acabó con su tranquilidad, con su paz interior y con la sonrisa que muchos llevaban a diario en su rostro.

Esa noche, muchos comentaban que, en efecto, era imposible conciliar el sueño, dormir en ese momento no era una prioridad, en todas las partes de la base se rumoraban los hechos, el cielo se tornaba gris, la noche oscura y la única luz que tenían era la dicha de saber que todos lograron vivir, hablando de cosas no superficiales.

Porque al día siguiente, momento en el que Laura logró ingresar al lugar de los hechos, se dirigió a las viviendas y demás sectores de la base, no obstante, era escalofriante ver lo destrozados que quedaron muchos de los  sitios por los que algún día ella transitó con tanta tranquilidad, ahora ese camino estaba lleno de vidrios rotos, escombros y demás residuos que dejó este atentado.

Laura siempre recordará la mirada de todas las personas que estaban allí, era algo inusual, era extraña, reflejaba un vacío enorme, pues detrás de cada uniforme había un ser humano que luchaba por salvaguardar la vida de las demás personas, aunque sepan que la suya está expuesta todo el tiempo.

TRANSPORTADOR DE ANGUSTIA SE CAMUFLA ENTRE LA OSCURIDAD E IRRUMPE CON RESPLANDORES 

Durante muchos años la base de la fuerza aérea de Yopal fue constante blanco de amenaza por parte de grupos armados ilegales (GAI) que se pronunciaron más exactamente a inicios del año 2019 según lo manifestado el boletín informativo de las FAC, a pesar de que se vivieron momentos de angustia y temor. Ante semejante advertencia la policía junto a la alcaldía de la ciudad y tomó medidas para aumentar la seguridad.

Sin embargo, nada de esto fue suficiente, pues justo, en el mes de enero del año 2020, decidieron actuar y de manera devastadora, iban dispuestos a acabar con la vida de miles de personas que se 

encontraban allí adentro. Como actor tuvieron un vehículo de carga pesada que contenía artefactos explosivos de tiro parabólico que dejó un silencio indescriptible en aquel lugar.

En aquella madrugada se vio estacionado aquel camión justo al frente de las barracas donde descansaban bastantes integrantes de este comando Aéreo, en su mayoría mujeres, y viviendas donde se encontraban alrededor de 19 familias, entre ellos muchos menores de edad, aunque la apariencia del vehículo era normal, la presencia de este generaba intriga, zozobra, pero en ningún momento desconfianza o temor, o no como para alarmar a la comunidad.

Pasaron los minutos y la volqueta roja permanecía en el sitio de los hechos, mientras tanto, los residentes de dicho lugar se encontraban descansando sin saber lo que estaba por suceder.

VIERNES NEGRO, UNA JORNADA TERRORISTA

La tranquila y abrazadora noche de los habitantes fue interrumpida inesperadamente por un fuerte ruido atemorizante, el cual provocó una onda expansiva que rebotó y afectó la audición de los aledaños a la zona, una sensación insoportable, la membrana timpánica llegó a sufrir lesiones de todo tipo, además, la ansía que consumía su ser al no poder saber de inmediato que pasaba a las afueras de sus viviendas y que había   ocasionado aquel ruido que alarmaba a la comunidad de ese barrio.

La aflicción de ellos aumentó luego de sentir fuertes estruendos y ver como todo a su alrededor se desplomaba y era consumido por las llamas tras las cuatro explosiones continuas, estas ondas, en definitiva, lograron su cometido, afectar sin medida con todo lo que podían.

Fueron "momentos de pánico, angustia y temor", relató Augusto Montaña, Técnico primero. Además, sintió “el momento en que su lugar de trabajo y su vivienda estaban siendo destruidos ..." 

Frustración, desesperación e impaciencia eran algunas de las sensaciones que tenían en común las víctimas del ataque, al ver que todo se salía de sus manos, al querer salvaguardar la vida de todos y no poder. Lo que un día fue fruto de sus esfuerzos en tan solo unos minutos quedó vuelto escombros.

DAÑOS PSICOLÓGICOS Y TRAUMATOLÓGICOS PERMANECIERON A LO LARGO DE SU VIDA

Los daños fueron evidentes, las familias que fueron víctimas de estos terribles acontecimientos tuvieron que ver como todos sus sueños y esfuerzos se encontraban destrozados, todo lo que en un momento les causaba satisfacción se había convertido en un gran vacío, unas cosas llegan y otras se van, y aunque en este caso fueron afortunados al no perder sus vidas, las cosas materiales con las que alguna vez soñaron se fueron con el viento. 

Su ambiente era el siguiente: los autos dañados, los vidrios de las viviendas estaban fragmentados en muchos pedazos, partes de las barracas en donde se encontraban militares fueron afectadas por el gran impacto, estaban sin puertas, incluso ventiladores la habitación de la suboficial que se vio más afectada fue tumbada, el dulce hogar ya no era tan dulce, lo que veían sus ojos en ese momento solo se puede traducir a caos.

Total caos, la suboficial sufrió leves lesiones físicas como esquirlas en su cuerpo, cortadas en rostro y piernas, y no menos importante, daños psicológicos, nada volvió a ser lo mismo para ella. Desde ese momento su fiel compañía fue el miedo, siempre siendo su sombra y su tormenta; la mente jugando siempre con el ser, la muerte puede estar a la vuelta de la esquina y esa era la sensación que a diario la persigue, en consecuencia de esto, fue trasladada a la Clínica Casanare en donde fue estabilizada. 

Los daños físicos se sanaron, más los daños psicológicos persisten hasta el día de hoy. No obstante, no solo ella sufrió dichos daños, varias personas que se encontraban en el sitio, entre ellas una mujer acompañada de su hijo menor de edad quien relata con lágrimas en los ojos los hechos ocurridos en aquella madrugada, y además, afirma: “No volvería a residir en una base militar”, el miedo es una constante notoria en ella. A pesar de ello, el atentado no dejó ningún muerto o alguna lesión de alto riesgo y esto gracias a que las cosas no salieron como los autores del atentado querían.

SATISFACTORIA MANIOBRA 

El pánico de las personas permanecía constante en su mente, muchos no podían descansar, algunos en sus sueños repetían el fuerte sonido de las explosiones, mientras que a otros las lágrimas los invadía. Pese a esto, la inquietud de saber quién habría querido causar este tipo de daño tan atroz, no permitía descansar a muchos su mente, a pesar de saber que las autoridades se encontraban en las investigaciones pertinentes, no les causaba el sosiego suficiente como para continuar con su vida normal.

En primera instancia, el sitio fue acordonado para poder llevar a cabo la investigación, en los estudios y análisis por parte de la Fuerza Aérea, la Policía y la Fiscalía General de la Nación, evidenciaron que la volqueta que estaba ubicada a 800 metros de la unidad, contenía 25 artefactos explosivos de los cuales solo cuatro estallaron. 

En segunda instancia, estos entes competentes querían dar con el paradero del hecho terrorista, tanto autores materiales como intelectuales, puesto que, lo ocurrido hubiera podido ocasionar daños mayores, y no se considera posible permitir hechos como estos, que atenten contra la vida de cualquier ser humano. 

En tercera instancia, después de 6 meses de investigaciones, por parte de las autoridades competentes, se llevó a cabo una operación simultánea en Saravena, Arauca y Cúcuta, Norte de Santander, para ejecutar la detención de los presuntos autores del atentado. Se logró la identificación y posterior captura de alias ‘Celino’ y alias ‘Katerin’, quienes realizaron la compra del vehículo desde el que se lanzaron los artefactos explosivos contra la base de la Fuerza Aérea Colombiana ubicada en Yopal, Casanare.

Según el comunicado de prensa de las FAC, los capturados, fueron identificados como integrantes del frente de 'Guerra Oriental' del ELN. Fueron trasladados a Yopal en un helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana, el 8 de agosto de 2020; luego de esto, puestos a disposición de las autoridades. Fueron judicializados por los delitos de terrorismo, rebelión, fabricación, tráfico y porte de armas, entre otros, por lo que el juez emitió medida de aseguramiento en su contra y los envió a un establecimiento carcelario.

Como fruto de este proceso de investigación encontramos una visión más panorámica acerca del conflicto armado en Colombia y, además, se logra evidenciar como los grupos armados ilegales no están dispuestos a ceder en un proceso de paz, ya que estos se están empeñanando en destruir el país sin medir las consecuencias.

Se expone la falta de aprecio, consideración y empatía hacia los demás seres humanos, por ideales, pensamientos y demás factores que de una u otra manera afectan a nuestra sociedad, sociedad donde no se ve un avance de paz, donde la vida humana no tiene valor, sino precio monetario ,en el cual, se demuestra que para los grupos armados de este país, trayendo el caso del grupo ELN, la vida de militares que resultan siendo los paganos de estos actos tienen un precio mínimo comparado con su sed de demostrar su fuerza y poder, causando daños irreparables entre personas.

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