La Zarza una montaña renaciente

Fecha de Publicación
Abril 15 de 2020
la Zarza

Según la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura, en inglés Food and Agriculture Organization) “las montañas proveen directamente alimento para un 10% de la humanidad.

 

por: Laura Quiquiba y Jorge González. 

 

Las zonas de subpáramo o mejor conocidas como ecosistemas de alta montaña, ocupan un gran porcentaje de las zonas que deberían estar protegidas en Colombia, estas montañas, son ecosistemas generalmente sensibles por ser en su mayoría grandes productoras de agua, muchas veces abastece de este recurso a cuantiosas poblaciones del país, al igual, que crean hábitats de rica diversidad biológica, y lugares para la recreación y el ecoturismo.

 

Según la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura, en inglés Food and Agriculture Organization) “Las montañas proveen directamente alimento para un 10% de la humanidad, también proveen entre 30 y el 60% del agua en zonas húmedas y más del 70 al 95% en ambientes semiáridos y áridos. Aproximadamente el 11% de la superficie de la tierra se localiza en zonas montañosas por encima de los 2000 m.s.n.m, porcentaje importante ya que allí se encuentran los nacimientos de los principales recursos hídricos del mundo”. Apunta el ente medioambiental.

 

En Colombia, sobre la cordillera de los Andes, los procesos evolutivos determinaron la presencia de sistemas naturales de la alta montaña ecuatorial, los cuales por su condición geoecológica y sus factores de localización, dieron origen a un conjunto de ecosistemas y paisajes insulares, estas culminaciones altitudinales de las montañas se encuentran los pisos bioclimáticos glaciar, páramo y los pisos de alta montaña.

 

En el caso específico de Boyacá, se encuentra la zona con mayor extensión alcanzando hasta un 18.9% de este ecosistema en el país. Es por esto la importancia de Corporaciones Autónomas Regionales, como CORPOBOYACÁ, que se encarga de proteger estos ecosistemas a lo largo del departamento. De acuerdo con su director, Hernán Amaya Téllez, destacado docente en áreas de Desarrollo Rural, y Marketing Territorial Ambiental “La representatividad del ecosistema de páramo y alta montaña en el departamento de Boyacá, presenta la mayor extensión en el país con un 18.9% del total nacional, al igual que la mayor extensión de páramos húmedos, sin embargo, no se ha podido mantener un control pleno sobre estos ecosistemas”.

 

Muy cerca de la ciudad de Duitama se encuentra uno de estos ecosistemas de alta montaña, uno de los más ricos en tanto fauna, flora y hasta ahora fluvialmente activo, localizado en  la vereda de La Trinidad en el municipio de Duitama, llamado el sendero de la Zarza, conocido como un gran tramo de camino ancestral, ya que era uno de los pasos obligados en la época de la colonia para pasar a importantes departamentos como Santander y Casanare, se volvió muy famoso por que todo el que pasara por allí podía abastecerse de todo lo que le fuera necesario. Desde hace unos años y hasta hoy, este ecosistema ha presentado múltiples problemáticas, como la agricultura intensiva y la ganadería. 

“Para el año 2006, Corpoboyacá y la secretaría de agricultura compraron algunos predios de la cascada conocida como el chorro blanco, y se adaptó un tramo del camino real ya impactado por la agricultura intensiva y ganadería, se diseñó una señalización, construyendo una caseta de ingreso convirtiéndose en un parque regional municipal de la Zarza junto a la reserva conocida como Ranchería” Aseguró Hernán Amaya Téllez actual director de Corpoboyacá.  

 

Sin embargo, según Ananías Ávila, campesino de la zona de la vereda  la Trinidad, todavía, aspectos como la ganadería extensiva y la deforestación afectan en gran medida este ecosistema que a su vez, surte de agua a varios acueductos veredales y de barrios de Paipa y Duitama, además de ser conocido como un importante sendero ecoturístico.

 

La creación del parque regional municipal la Zarza en Duitama, fue sin duda una excelente oportunidad para el desarrollo de actividades eco turísticas y la disminución agrícola y de ganadería, no obstante, se derivan otra serie de problemas a la hora de ejecutar el funcionamiento del sendero, con la leve esperanza que este se pueda recuperar y formar parte de uno de los más importantes paramos, reconocido por las entidades competentes, de tal modo que se pueda enriquecer el municipio y sobre todo obtener esta fuente de hidratación sin problemas.

 

Por su parte Milton Espejo Becerra, Ambientalista amante de la naturaleza y salvaguardia de una alta montaña en el departamento de Boyacá, los últimos años se ha consagrado al cuidado de lo que ahora se conoce como el sendero de la Zarza, se ha convertido en el guía de los cientos de turistas que suben a la alta montaña a conocer toda la variedad de flora y fauna que allí habita, como muestra de ello se puede evidenciar las orquídeas, estas poseen una única configuración pero presentan variedad.

 

En este sitio se comenzaron a desarrollar principalmente actividades como el senderismo y caminatas ecológicas, sin embargo, se empieza a visualizar la problemática más común, en el ecoturismo que no solo en el ejemplo Zarza aplican, sino que también suceden en muchos parques naturales regionales, iniciamos mencionando que este sendero no cuenta con guías para quienes vistan el lugar, por tanto, los turistas pierden un porcentaje de la atracción del sitio debido a que allí encontramos diferentes tipos de aves que no se reconocen debido a la ausencia del guía.

 

Otro de los factores que ha causado un gran efecto negativo en el sendero, es la crisis climática por la que hoy atraviesa el mundo, donde día a día se van agotando las fuentes de recursos hídricos, es decir se escasea el agua para el consumo humano, ya que debido a los cambios de clima en las épocas de invierno este sendero se remonta a un severo verano que afecta a la comunidad que se abastece de esta fuente, sin olvidar que la población va creciendo y la demanda del consumo de agua aumenta.

 

“Por la crisis climática vemos cómo poco a poco ha disminuido notablemente la cantidad de agua para el consumo de las personas abajo en los municipios y en las veredas, en época de verano muchas veces tan solo bajan hilos de agua, pero cuando es invierno recoge muchas veces partes de lo que deja la ganadería así afectando el agua que baja a los acueductos” resalta Milton guía del sendero.

 

Teniendo en cuenta que existen algunos acueductos que se benefician de este recurso hídrico, de estos se nutren cinco veredas del municipio de Paipa, algunos sectores de Duitama y un sector en la parte alta de la Trinidad. Debido a esto y otros factores influyentes de este sendero se evidencia la importancia ecosistémica que este representa, prevaleciendo que este sendero hace parte de una de las áreas protegidas municipales y regionales del departamento de Boyacá, municipal y regional porque en el costado derecho se encuentra la cuidad de Duitama y al costado izquierdo el municipio de Paipa, como parte regional ranchería.

 

“Para este 2020 el reto es proteger plenamente este tipo de ecosistemas de alta montaña y páramo, ya que este sendero ayuda a alimentar acueductos que sustentan a más de catorce mil personas” afirma Herman Amaya, director de Corpoboyacá. Por tanto, esta área protegida también cumple su función ecosistémica, “regula hídricamente, además permite desarrollar ecoturismo y fortalece los procesos de apropiación con las comunidades alrededor” Apunta Amaya

 

Algunas actividades ecoturísticas como el senderismo, la observación en cuanto a la biodiversidad de fauna y flora nativa, además de un proceso de apicultura comunitaria que se trabaja con la comunidad, es uno de los atractivos focales a los que le apunta el sendero que recibe anualmente un promedio 17.000 visitantes. Con respecto a lo anterior, para obtener un manejo responsable y contribuir con el desarrollo de este ecosistema se busca realizar el desarrollo del plan de ordenamiento ecoturístico (POE) por parte de la administración de Duitama.

 

Boyacá se ha caracterizado por su biodiversidad en flora y fauna, en su cultura, gastronomía y demás, pero la verdadera importancia de este departamento es que además de abastecernos en alimentos también logra un aporte significativo en fuentes hídricas gracias a la conservación de sus paramos, sub paramos y reservas naturales, la Zarza es una  muestra de su preservación puesto que ésta contribuye de manera hídrica a más de 14000 mil personas del sector que rodean este ecosistema.

 

En la Zarza se pueden experimentar diversas sensaciones, emociones y actividades, es el lugar preciso para que el ser humano logre un encuentro consigo, pero especialmente para admirar lo maravillosa que resulta ser la naturaleza, lo amigable que es con todos y, aun así, no somos dignos de tanta magia puesto que en su gran mayoría destruimos y no recompensamos estos ecosistemas mágicos.

 

La Zarza resulta ser un plan familiar y amigable con el planeta, sus visitantes y todo aquel que transite por este sendero ecológico disfruta de la abundante biodiversidad en flora y fauna que posee, además de ello, cada camino marca intrínsecamente el trabajo de toda una comunidad dispuesta a colaborar, contribuyendo de la mejor manera, para compensar la deforestación principalmente en algunos predios en los cuales antiguamente se realizaban actividades de ganadería.

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