Entre la Tragedia y la Paz
Después de los acuerdos de paz y las promesas que el mismo traía, el Cauca alcanzó a respirar la esperanza de no estar en medio del fuego.
¿Pero qué es la paz y por qué nunca recuerda al Cauca?, el olvido, las bombas, los desplazamientos masivos, la muerte y el reclutamiento forzado son el resumen de la vida de los caucanos durante los últimos años.
Por: Lisseth Katerine Cardozo Cristancho
Crecí en un departamento teóricamente favorecido, en el cual hay violencia, pero nunca tan cercana y aprendí que eso no quiere decir que dicha violencia no exista o no haga parte de mi vida cotidiana, soy boyacense, pero los límites territoriales no tienen relación con mi constante preocupación por el Cauca, ¿Qué le pasa a los medios de comunicación y su humanidad? Quiero que lean lo que por años es el día a día de los caucanos, lo que han sufrido y todo lo que han tenido que pasar para llegar hasta aquí porque cinco años de paz parecen suficientes no para un país en el que la guerra abunda, ¿Pero qué es la paz y por qué nunca recuerda al Cauca?, el olvido, las bombas, los desplazamientos masivos, la muerte y el reclutamiento forzado son el resumen de la vida de los caucanos durante los últimos años.
Después de los acuerdos de paz y las promesas que el mismo traía, el Cauca alcanzó a respirar la esperanza de no estar en medio del fuego cruzado; sin embargo, con el tiempo y el olvido estatal, los antiguos y nuevos grupos armados han recuperado su poder y con el poder el control del territorio, entre masacres, violencia desastres naturales, problemas económicos y sociales se desarrolla la vida cotidiana, esta vida es como una secuencia de desastres que no cesan y retienen el paso de la paz.
De acuerdo con (Bolaños, 2012) el conflicto en el Cauca surge en 1954 debido a la incursión de grupos guerrilleros y la llegada del Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército Popular de Liberación (EPL), el Movimiento 19 de Abril (M-19), el Movimiento Quintín Lame, el Movimiento Jaime Bateman Cayón, el Comando Ricardo Franco Frente-Sur, el Partido
Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y el Comando Pedro León Arboleda, parecen suficientes grupos armados para un territorio que cuenta con 1,464 millones de habitantes y un índice de pobreza superior al 75,55 por ciento.
El Cauca es una bomba de tiempo que se alimenta a diario, un conflicto entre el estado y grupos armados, una guerra que olvidó a los civiles y los derechos humanos, 1.963 muertes violentas se presentan cada año, entre indígenas, campesinos y afrodescendientes se completa la larga lista de desplazados, reclutados y asesinados, quizás el combate tenga que ver con la producción de coca, amapola y marihuana que se han asentado a lo largo del Cauca y que por supuesto, tienen una relación directa con el narcotráfico; sin embargo, 68 años de conflicto representa también 68 años de resistencia.
Los afrodescendientes, campesinos e indígenas han luchado su propia pugna, que se basa únicamente en sobrevivir, pero sobrevivir a salvo, con educación, servicios básicos, una economía medianamente estable y un grupo social del cual puedan hacer parte, parece algo simple para los que lo hemos vivido, pero lo es todo para los que no, el dolor y la indignación mueven los corazones, pero no los suficientes para recibir atención del estado, los medios de comunicación se han encargado de limitar la importancia de la vida de un caucano, una muerte natural cómo dirían por ahí, el pan de cada día, pero es demasiada crueldad para narrar acontecimientos o crímenes de lesa humanidad.
El abandono del Cauca no es solo estatal, es social, este departamento parece sacado de otro país, sus límites y estadísticas no afectan, ni tocan el funcionamiento actual de la sociedad cultural, política y económica, los medios de comunicación ocultan la información real y permiten al poder seguir actuando de la misma manera, mientras que por el otro lado el miedo, la inseguridad y la tristeza consumen cualquier hilo de esperanza que se teja desde estas tierras.
No se trata de sentenciar el actuar de los entes gubernamentales o los medios de comunicación, se trata de formar una opinión crítica, que dé espacio a los medios alternativos, que se les permita contar la situación real, que crezcan y a su vez hagan parte de la formación de nuestra memoria histórica, los medios alternativos tienen relación con la identidad de las comunidades, permiten el sentido de pertenencia y la apropiación de las problemáticas, además de su difusión, una persona informada no será silenciada.