El tiempo a nuestra disposición

Fecha de Publicación
Abril 29 de 2020
https://es.dreamstime.com/concepto-del-seguro-contorno-de-la-casa-alrededor-familia-feliz-image127932506

Opinión.

 

Por: Lina María López Aponte

 

El canto de los gallos, los lengüetazos de Canela y el sol alumbrando mi ventana, son algunas de las cosas que disfruto gracias a la cuarentena, esta situación complicada llena de temor y angustia para muchos, trae consigo mismo otros propósitos, el unir familias, compartir más tiempo con las personas que apreciamos, valorar momentos y agradecer por la vida. Es un acontecimiento que nos ha permitido dejar de lado las preocupaciones del trabajo, el estudio, las labores diarias del hogar, actividades realizadas ahora con mucha más calma.

El confinamiento, hace los horarios de trabajo menos extensos y por ende nos concede más tiempo para integrarnos; en mi hogar y quizás en el de muchas más personas, hemos dejado de lado la tecnología, las charlas por redes sociales, para dedicarnos a fortalecer las conversaciones personales, aquellas donde nos miramos a los ojos, en la cual existe una historia por contar, una anécdota para reír y un recuerdo quizás para llorar.

Es una época donde la espiritualidad sale a flor de piel, como familia nos reunimos para encomendar nuestras vidas a Dios, pues Él todo lo puede y todo perdona. Asímismo, la imaginación sale a relucir en cada juego inventado, la creatividad termina siendo nuestra mejor aliada en tiempo de cuarentena, ya no hacemos planes para el día siguiente, porque escrito está en la biblia: “Cada día trae su afán” (Mateo 6-34).

Dejar de ser materialistas es quizás una de las enseñanzas más significativas del confinamiento, pues en este mundo estamos de paso al igual que todo lo adquirido económicamente, el dinero va y viene, lo invaluable en esta vida no se ve, pero se siente, los recuerdos, palabras afectivas, canciones dedicadas, acciones enternecedoras y miradas expresivas. Empezamos a valorar los silencios, el cántico de los pájaros, el soplo del viento, la lluvia de la noche y una hermosa vista de campos verdes, estos son algunos momentos importantes para nosotros, generan tranquilidad y paz.

¿Por un instante has pensado en lo beneficioso y lo bueno que trae consigo la cuarentena, en personas con problemas de ansiedad, estrés, enfermedades cardiovasculares, pulmonares, auditivas, personas con jornadas de trabajo extensas, que ven justo en este momento, un espacio para descansar del ruido, la contaminación y mejorar su salud? La revista semana enuncia: “La pandemia del coronavirus paradójicamente le ha generado un respiro al planeta”.

Interpretación con la cual estoy de acuerdo, porque de alguna forma existe una reducción de gases perjudiciales para el medio ambiente, se recuperan ecosistemas, la disminución del tráfico ilegal y comercio en fauna han permitido mejorar la calidad de vida. De hecho, el aire es más puro y los animales han encontrado la oportunidad perfecta para regresar a sus hábitats originales, mientras los humanos tratamos de reconstruir el nuestro.

Las fechas especiales para reunirnos como familia y hacer de ellas un encuentro emotivo han quedado en el pasado, el ajetreo de esos días nos impide estar completamente conectados con lo realmente importante. Sin embargo, ahora hay tiempo y la cuarentena deja entrever nuestras destrezas como chef, preparamos recetas propias de alguna época, natilla, buñuelos, tortas caseras hechas exclusivamente en navidad, la chicha para el San Pedro, el pescado, los envueltos de Semana Santa, todo esto logra juntarnos más y por supuesto engordar también.

El encierro resulta ser un espacio de reflexión interior ¿estas vivo o solo respiras? ¿cuánto tiempo ha pasado después de observar por última vez el álbum de los recuerdos? ¿qué te hace falta ahora para meditar y darte cuenta de todo lo alcanzado en tu vida? El confinamiento no es un castigo divino, es una lección de vida.

Compartir