El sustento de muchas familias depende de procesos desarrollados artesanalmente: fabricación de alimentos, productos de consumo, reparaciones, explotación minera, transformación de materiales, entre otros, además de las competencias a nivel de gestión administrativa, para aumentar la rentabilidad de una actividad a pequeña escala, puede ser necesario implementar tecnologías especializadas que aumenten la productividad, calidad y reduzcan el impacto ambiental negativo. La tecnología brinda las herramientas para que un proceso artesanal a pequeña escala, pueda realizarse más rápido, más eficiente, con menor costo de producción, con ahorro energético y en las condiciones óptimas para obtener un producto final de calidad.
En las comunidades afectadas por la pobreza, principalmente en zonas rurales, las actividades de sustento diario pueden perjudicar el ambiente, generando problemas como la contaminación de fuentes hídricas, vertimientos tóxicos, deforestación, contaminación de suelos, daño a la actividad biológica, entre otros. Una alternativa es tecnificar procesos artesanales obsoletos o ineficientes mediante el diseño, asesoría e implementación de sistemas mecatrónicos para incrementar la productividad de los sistemas productivos de la región mejorando la calidad de vida de las comunidades involucradas y a la vez la gestión con instituciones del orden privado y público a escalas regional, nacional e internacional de mecanismos de transferencia tecnológicos, financieros que fortalezcan la ejecución de estos proyectos con impacto social con el fin de poder extender el alcance de las iniciativas propuestas a otras comunidades.
Las áreas que se trabajan comprenden:
Tecnologías de Información y Comunicación y Estrategias de Ingeniería y modernización tecnológica.