Entre asfalto y baches en la Puerta de oro de Santander

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Entre asfalto y baches en la Puerta de oro de Santander

Calles rotas, huecos y baches son lo que acompañan todos los días a los habitantes de un pueblo que se hace conocer como “La puerta de oro de Santander”.

"Huecos y daños graves en la vía, un riesgo constante para la movilidad en Barbosa, Santander."

Por: Daniel Quiroga

Calles rotas, huecos y baches son lo que acompañan todos los días a los habitantes de un pueblo que se hace conocer como “La Puerta de Oro de Santander”. Este es un pueblo que lleva años luchando contra una de las problemáticas más significativas para su desarrollo: el mal estado de sus vías. La falta de una solución efectiva por parte de las autoridades ha generado desesperación en la comunidad, afectando la movilidad, el comercio local y la calidad de vida de los residentes.

Desde hace aproximadamente cinco años, los habitantes de Barbosa vienen enfrentando las consecuencias de unas vías en mal estado. La queja constante de los que residen en este pueblo ha sido escuchada en varias ocasiones por la Alcaldía Municipal y la Gobernación de Boyacá, pero, según los testimonios de los residentes, las soluciones no llegan. La situación se ha vuelto tan crítica que, en repetidas ocasiones, los habitantes han decidido protestar para ser escuchados.

“Este municipio lleva años con las mismas vías en mal estado. Los huecos están por todo lado. Yo llevo 24 años viviendo aquí y siempre ha sido igual, no importa cuántas administraciones pasen. La respuesta siempre es la misma: ‘no hay recursos’”, comenta Carlos Ramírez, comerciante de la localidad. Según él, la falta de inversión en las infraestructuras viales ha afectado significativamente la economía local. “El comercio se ha visto perjudicado. La gente prefiere no venir al pueblo, no quieren viajar a un lugar donde las vías están tan deterioradas. El turismo también se ha visto afectado”, señala.

Barbosa es un municipio con una fuerte dependencia del comercio y también con una gran afluencia de turistas, especialmente en las épocas de Navidad y Año Nuevo. Sin embargo, el mal estado de las vías ha hecho que muchos empresarios se vean obligados a reducir sus movimientos o incluso cerrar sus negocios. Además de esto, los residentes aseguran que los turistas ya no se sienten atraídos por el municipio, lo que ha generado una alta crisis económica en el sector.

“Es una pesadilla. Las malas vías hacen que las entregas de productos se retrasen y los vehículos se dañen constantemente. En mi caso, trabajo en Postobón, y el mal estado de las vías nos genera costos adicionales en mantenimiento de los vehículos. Además, nuestros jefes nos están reclamando”, comenta Luis Martínez, quien trabaja en el sector de distribución.

Durante varios años, los ciudadanos de Barbosa han hecho esfuerzos para que la Gobernación los escuche. Han organizado marchas y reuniones con el apoyo de todos los residentes, exigiendo soluciones a la crisis vial que afecta todos los días a los diferentes sectores del municipio. Sin embargo, las respuestas son nulas.

“Estamos cansados de que siempre nos digan que no hay recursos. Estamos viendo cómo nuestra comunidad se hunde económicamente y nadie hace nada al respecto”, afirma María Rodríguez, residente del municipio.

En medio de la crisis, se ha dado una respuesta por parte de la Alcaldía Municipal, la cual ha presentado un plan de desarrollo con el fin de dar una solución a esta problemática en las vías. Según Karen Pinzón, ingeniera y secretaria de Planeación, el municipio tiene un proyecto para la reestructuración de las vías urbanas y rurales, aunque las autoridades aún no han podido definir un plazo exacto para su ejecución.

“Actualmente, el municipio cuenta con un plan de desarrollo en el que se incluyen proyectos de pavimentación y reparación de las vías, tanto en el área urbana como rural. Estamos gestionando los recursos para que se pueda empezar a trabajar en el arreglo de las carreteras”, comenta Pinzón.

A pesar de los esfuerzos por mejorar la situación, la realidad es que el avance de las infraestructuras viales no parece estar cerca. Muchos siguen esperando que la administración, tanto local como regional, actúe de manera efectiva y priorice la recuperación de las vías de este pueblo. Para los habitantes, este no es solo un problema de movilidad, sino de avance económico y bienestar.

“El municipio depende de las buenas vías. Sin ellas, el comercio no prospera y la calidad de vida se ve comprometida. Necesitamos que el gobierno nos escuche, que actúe y que nos ayude a recuperar nuestras calles”, resalta Carlos Ramírez, con evidente frustración frente a esta problemática.

Por el momento, los habitantes de Barbosa continúan enfrentando una de las batallas más difíciles: adaptarse a las adversidades que imponen unas vías deterioradas que, lejos de ser una simple molestia, representan un obstáculo para el progreso y la seguridad vial de los habitantes de este municipio, esperando que se cumpla esa promesa que tiene en vilo a los habitantes.

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