Recursos inexistentes para los papicultores en Colombia

Fecha de Publicación
Febrero 22 de 2021
Categorías:
Comunicación Social
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La guerra del centavo sacude a la papicultura colombiana. Los campesinos han sido olvidados por el gobierno, atribuyendo falta de presencia y constancia para lograr diversificar la papa.

Por: Víctor Sánchez

Los intermediarios son los que ganan con este producto, no hay manera que el campesino sea productor y comerciante por los escasos recursos que genera está para el sector.

La papicultura ha vivido de esporádicas garantías tanto para el trabajador como para promover la papa con diversas promesas, pero estas se esfuman y el campesino vuelve a su realidad. El panorama se torna gris; la papa produce pérdidas. Es así que, para don Luis Hernández, papicultor de Sora, Boyacá con 50 años en el oficio afirma, “en nuestro campo el que compra la papa se está ganando prácticamente todo, porque está barata. Él viene y nos la compra a un precio que realmente no vale la pena, no justifica. Ellos la envían a otras ciudades cargan sus camiones y ellos están ganando lo que deberíamos ganar nosotros, pero sin mucho trabajo”. Los costos que implican transportar la papa y no depender de terceros no los pueden suplir los agricultores. De esta manera, ven la necesidad de adaptarse a las circunstancias que injustas producen en el papicultor pérdidas económicas incalculables.

¿Por qué tal abandono? Para el año 2019, (ya que para el año 2020 no han sido actualizadas las bases) los recursos para el sector agrícola eran de 18 mil millones. El gasto militar para el 2019 era de 33 billones y para la educación 23 mil millones según el Banco Mundial. ¿Qué implica que se gaste más en la “guerra”?  Estas cifras dejan perplejo a cualquier colombiano. Este es un llamado para que el gobierno repiense el desarrollo de Colombia. Los índices de educación y agricultura reflejan el mal momento de estos dos sectores. Es útil que para el progreso del país se genere empleo en busca de mayor educación y, por ende, estructurar la agricultura para sea pionero en Colombia y en el extranjero. “Dios quiera que el gobierno mire al campo. La verdad que para pedirle al gobierno que ojalá nos apoyen que con mucho gusto servimos desde Boyacá y Cundinamarca a todo Colombia”, explicó don Luis Hernández.

La papicultura en Colombia se ha ido fracturando por medidas en donde el trabajo del papicultor, no importa. Es inevitable pensar que, en un país como Colombia y en una región como Boyacá se forje el debate de papa extranjera. ¿Cómo se le puede hacer competencia a un producto insignia del país? y si se ejecutan estos intercambios comerciales ¿Por qué no se utilizan esas fuerzas para volver al campo un generador de recursos, de trabajo? No son viables los Tratados de Libre Comercio (Colombia- Unión Europea) si los productos que llegan atribuyen pérdidas para nuestros campesinos u otros sectores. Estos intercambios son válidos y ricos para las regiones, pero para un sector que está con un balance negativo no es para nada conveniente y asertivo. Es momento de repensar el campo.

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