Madres afganas entregan sus hijos a soldados para salvarlos de morir
La llegada del régimen de los Talibanes a Afganistán ha traído una ola de pánico entre los ciudadanos, especialmente, las mujeres, quiénes por temor han tenido que verse en la obligación de entregar a sus bebés a soldados británicos.
Por: Valentina Fiallo Martínez
Cinco días después de la toma violenta de poder por los talibanes, el terror se implanta en las calles de uno de los países más peligrosos para las mujeres, señalado por atentar contra los derechos humanos: Afganistán.
A causa de la desesperación de los afganos por abandonar en el menor tiempo posible el país que, seguramente, en pocos días les hará vivir el terror en carne propia; madres de familia se concentran en los alrededores del aeropuerto de Kabul para intentar ingresar a los aviones que van directo a otros países o en el mejor de los casos, para lograr que sus hijos escapen del régimen terrorista que los acecha.
La desesperación de las madres por saber qué ocurrirá en el futuro, las ha llevado a tomar decisiones dolorosas y muy difíciles como lo son, pensar en sus hijos más que en sí mismas. Es por esta razón, que muchas de ellas han optado por entregar a sus bebés a soldados aliados, con la esperanza de que sobrevivan y en cualquier lugar del mundo, puedan rehacer sus vidas, aún, si ello implica nunca más volver a verlos.
“Salven a mi bebé” es la frase que retumba en la cabeza de muchos soldados que, a pesar de querer ayudar a todas las madres y sus niños, en medio de la agresión de los talibanes se torna difícil y para muchos de ellos imposible. Así lo afirma Ben Wallace, ministro de Defensa Británico: “es muy, muy difícil para esos soldados, tratar con esta gente desesperada, que solo quieren salvar de la muerte a sus hijos a como dé lugar”.
A pesar de todos los esfuerzos de los soldados por rescatar a los pequeños, que lejos de conocer lo que está sucediendo en su país, son seres inocentes, les resulta imposible sacarlos del país, teniendo en presente que estarían incurriendo en un delito al no encontrarse acompañados por algún representante legal.
El panorama se torna cada vez más trágico; sin embargo, países de todo el mundo están intentando poner sus ayudas a disposición del pueblo afgano.