Dejar ir: el primer paso para el cambio

Fecha de Publicación
Noviembre 27 de 2024
Categorías:
Psicología
Etiquetas:
Opinión
Imagen: Freepik

A lo largo de nuestras vidas nos enfrentamos a situaciones en las cuales tenemos que dejar ir a alguien o algo. Allí comienza una batalla entre el cerebro y el corazón que nos invita a poner límites. (Imagen: Freepik)

Solemos aferrarnos a situaciones, pensamientos, personas y hábitos que hasta un punto nos hacen sentir bien, pero nos adherimos tanto a las personas, a esa representación mental que está basada en momentos positivos que ocurrieron en el pasado y tendemos a aferrarnos a un recuerdo idealizado, a una versión de la persona que ya no existe.

Dejar ir: el primer paso para el cambio

Por:  Laura Gissel Báez Martínez 

A lo largo de nuestras vidas nos enfrentamos a situaciones en las cuales tenemos que dejar ir a alguien o algo. Allí comienza una batalla entre el cerebro y el corazón porque dejamos pasar por alto muchas cosas que influyen de manera negativa en nuestra vida, hasta que llega la gota de agua que derrama el vaso y es ahí cuando sabemos que tenemos que poner límites. 

Solemos aferrarnos a situaciones, pensamientos, personas y hábitos que hasta un punto nos hacen sentir bien, pero nos adherimos tanto a las personas, a esa representación mental que está basada en momentos positivos que ocurrieron en el pasado y tendemos a aferrarnos a un recuerdo idealizado, a una versión de la persona que ya no existe. 

Por miedo a enfrentar el duelo y el dolor, preferimos seguir involucrados en lo que nos hace daño. Cuando realmente salir de esa situación es un paso al aprendizaje, a la madurez y al amor propio. Saber irnos, cuando no recibimos reciprocidad y esto aplica para todo, amigos, trabajos, relaciones amorosas e incluso nuestra propia familia.

En el momento en que decidimos aceptar lo que nos hace bien, nos reivindicamos como seres humanos. Admitir el cambio es asumir una nueva versión de nosotros mismos, llena de experiencias que van a enriquecernos día tras día. Además de ser una reflexión y una oportunidad para replantearnos qué necesitamos en nuestra vida, qué proyectos tenemos y qué deseos queremos cumplir; todo un camino para conocernos mejor. 

Permitirnos sentir es abrazar las emociones que nos envuelven al enfrentar un adiós, es amor propio, ser valientes, abrirnos a las oportunidades y experiencias que nos ofrece el mundo. 
 

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