Embarazo adolescente: Una responsabilidad de todos

Fecha de Publicación
November 08 de 2021
Categorías:
Comunicación Social
embarazo

La necesidad de una educación sexual de calidad para reducir el embarazo en adolescentes, cifras que continúan elevándose.

 

Por: Mayra Alejandra Mejía Olarte

 

¿De qué manera el embarazo en adolescentes representa un conflicto social? 

 

Con el objetivo de analizar y plantear posibles soluciones o salidas para las muchas madres adolescentes que hoy en día enfrentan no solo la responsabilidad de tener un hijo, sino también la carga de una sociedad que las excluye, se realiza un análisis desde las realidades en contexto y el sistema de educación sexual en el país a partir de testimonios brindados por personas que buscan construir una sociedad más justa que garantice y dignifique la vida de las niñas, adolescentes y mujeres.

Juana Valentina Suarez es una madre adolescente que desde su experiencia manifiesta la deficiente educación sexual que se recibe por parte de instituciones educativas. Por otro lado, Sandra Consuelo Echeverria, profesora del colegio Boyacá plantea y analiza los procesos de enseñanza-aprendizaje con el fin de buscar estrategias para construir y acompañar a las madres adolescentes de Colombia.

El embarazo en adolescentes existe desde hace muchos años en Colombia y en muchas partes del mundo, sin embargo, suele ser una dificultad tanto para la madre en embarazo como para familiares o gente allegada a su entorno. Vivimos en una sociedad en la que juzgar a la gente por sus ‘errores’ es lo más común que puede ocurrir, sin embargo, se trata de generar estrategias y soluciones.

En Colombia, la tasa de embarazo en adolescentes es del 19,5%, lo que significa que, de cada cinco adolescentes entre las edades de 15 y 19 años, una está embarazada, sin duda alguna es una cifra alarmante. Una de las causas sistemáticas de estas altas cifras se debe a las deficiencias de la educación sexual que reciben los y las adolescentes, y esto se ve reflejado en los sectores donde más se ve el embarazo a temprana edad;

Amazonas (35%), Putumayo (32%), Vichada (31,3%), La Guajira (25,8%), Chocó (29,4%), entre otros. Son territorios que, en un contexto social e histórico, han estado dependiendo de una pésima educación básica y por ende, una nula educación sexual. Por lo tanto, generar estrategias de educación sexual no solo mejora la vida de muchas jóvenes, sino que a su vez, da paso a una sociedad más culta y responsable en temas tan comunes como lo es la sexualidad.

 

Mujeres

 

El testimonio de Juana Suarez, una mujer que se hizo madre a los 15 años de edad, genera fuerza en otras mujeres que han pasado o están pasando por esa situación;

“Sería un poco contradictorio, pues fue una de las etapas más bonitas de mi vida, sin embargo, saltarse ciertos periodos de tu vida, el estudio, tus sueños… es inevitablemente lo que enfrenta una madre, por el hecho de que se te complica un poco más las cosas”.

Añade “Para mi familia fue un golpe muy fuerte; eres como la niña de la casa y de un momento a otro llegas con la noticia de la responsabilidad tan grande que se viene y lo toman con sorpresa, rabia, decepción. Tuve que salir del colegio por un tiempo, me mude a otra ciudad porque no te sientes bien con tu entorno y siempre se siente esa mirada de señalamiento que es algo que al pasar del tiempo se aprende a enfrentar, pero si fue algo muy duro”.

Ante la pregunta ¿Qué mensaje le darías a los adolescentes en general teniendo en cuenta tu experiencia?, ella respondió: “Hoy en día hay que buscar información por nuestra parte, sin embargo en algunas EPS podemos encontrar, aunque aún no están bien diseñadas las estrategias sociales para enfrentar este problema, varias charlas o métodos anticonceptivos para prevenir un embarazo a temprana edad”.

Resulta clave analizar ciertos puntos importantes en esa respuesta, el primero, es el reflejo de la realidad de muchos jóvenes que reciben educación básica, la cual no comprende la importancia de la educación sexual, obligándoles a buscarse sus propias respuestas (sí es que las buscan) sobre el tema. Dicha situación es claramente el resultado del abandono del estado frente al desarrollo de una sexualidad sana en los y las jóvenes del país.

“Aunque aún no están bien diseñadas las estrategias sociales para enfrentar el embarazo a temprana edad” es decir, a pesar de las cifras alarmantes que deja el embarazo en adolescentes, ¿las EPS no tienen estrategias confiables para que los jóvenes tengan una vida sexual segura?. 

Por lo anterior, es importante reconocer el vacío existente en la educación básica que se imparte en los colegios públicos del país. Frente a esto, se analiza a continuación el testimonio de la docente Sandra Consuelo Echeverría.

“A la educación sexual en Colombia se le dio importancia y relevancia hasta hace unos pocos años, los niños y adolescentes, los niños de hoy en día, no tienen miedo de preguntar. Es aquí donde se encuentra la diferencia y quizás la respuesta a tu pregunta, la educación sexual en Colombia está iniciando, no solo para los estudiantes, también lo es para los profesores y para los padres”

 

Mujeres

 

Añade: “Ofrecer educación sexual es formar y construir personalidad. Es muy importante y necesario que en los colegios, los docentes orienten a los estudiantes para valorar, cuidar, respetar, apreciar, responsabilizarnos todos de que los adolescentes tomen buenas decisiones […] Pero hay que tener en cuenta que no solo es tarea del colegio, los padres y grupo familiar son importantes en este proceso […] si todos nos comprometemos disminuirán no solo los embarazos a temprana edad, también formaremos ciudadanos responsables.”

Por lo anterior, se puede concluir que la educación sexual es y debe ser compromiso y responsabilidad de todos.

Ya es hora de empezar a hacer un trabajo colectivo entre entidades públicas, educativas y sociales, con el fin de disminuir la tasa de embarazo a temprana edad, garantizando calidad de vida de los y las jóvenes.

La propuesta es entonces eliminar los improperios frente a diversas realidades que continúan siendo nicho de desigualdad social, pues, como seres humanos, se debe aportar a brindar apoyo a las niñas y mujeres que lo necesitan, que tienen el derecho de seguir con su vida sin ser discriminadas o estigmatizadas. La reducción del embarazo en adolescentes es posible si se aseguran garantías a las mujeres y niñas a través de estrategias sólidas de educación sexual, de lo contrario, las cifras continuarán elevándose.

 

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